17.12.05

andrés

-Porque te quiero mucho-dijo Ludmilla, y por una de esas astucias del idioma el mucho le quitaba casi toda la fuerza al quiero, y era cierto, lo quería mucho porque era bueno y alegre y como un gato y lleno de proyectos irrealizables y discos de música aleatoria y entusiasmos metafísicos y pequeñas atenciones, le vestía las jornadas, le colgaba cortinas de colores en las ventanas del tiempo, jugaba con ella y se dejaba jugar

del "libro de manuel" de cortázar


ludlud¿hablástambiéndemí?